Muchos de los que leéis habitualmente este blog, habéis oído hablar o habéis sufrido a gente como la editorial Entrelineas, sobre la que se ha hablado largo y tendido en la red. De hecho, yo mismo publiqué una entrada en la que narré mi propia experiencia con dicha editorial.
Pues bien, hace poco conocí otro elemento negativo y parasitario del mundo editorial: los falsos “agentes literarios”. Quienes hayáis seguido este blog a lo largo de los últimos meses, sabéis que ando a la caza y captura de un agente literario para mis obras. Durante ese proceso, me topé con un agente, del que ya os hablé en la correspondiente entrada, que decía haber visto mis obras en yoescribo.com y se mostraba muy interesado en saber qué estaba haciendo y cuáles eran mis proyectos futuros. Le envié unas cosillas y él pasó de mí. Hasta ahí, todo más o menos normal, si no fuera por lo que he ido descubriendo en los últimos tiempos sobre dicha persona, a raíz de que se pusiera en contacto con una persona que conozco gracias a un foro literario. La historia que contaba en el foro me resultó curiosamente familiar, así que le envié un mensaje privado preguntando por ese agente del que hablaba y descubrí que era la misma persona de la que yo hablaba.
No voy a citar su nombre completo, ya que me consta que hay gente que ha publicado por medio de esa persona, y nada más lejos de mi intención que perjudicar a ningún escritor, que, como yo, tuvo que pasar algún día por el duro trabajo de buscar alguien que quisiera publicarle. Como si de una página de sucesos del periódico se tratara, lo que sí voy a mencionar son sus iniciales: J. M. R. A. Supongo que a quienes hayáis recibido la llamada de este “agente” os sonarán las iniciales, pero para aquellos que estáis en duda, aquí van unas pistas sobre él:
- Suele contactar con gente que publica en yoescribo.com
- Se presenta como agente literario, aunque, al menos en mi caso, escribe los emails desde una dirección de Hotmail que según la Agencia Española del ISBN está registrada a nombre de una editorial
- Si llegáis a tratar el tema de sus honorarios, dice que cobra el 30% de los beneficios del autor, lo cual es excesivo, concretamente el doble de lo que cobran todas las agencias literarias serias de este país.
- Es posible que os dé como referencia los datos de dos autores que “representa”. Lo de representa lo pongo entre comillas porque curiosamente, esos dos autores vieron publicadas sus respectivas primeras novelas en la mencionada editorial a la que pertenece la dirección de Hotmail
Lo que me hace sospechar, aparte del detalle de la editorial, en la que el propio agente tiene publicadas varias de sus obras, todas de no ficción, es el hecho del 30% que cobra. La mayoría de editoriales de coedición o autoedición que pululan por este país, suelen anunciar beneficios del 70% por ejemplar vendido para el autor, lo que encaja de manera muy sospechosa con el 30% que este “agente” cobra.
Y para terminar, un par de detallitos más para la correcta identificación de este personaje:
- Su editorial se encuentra en un pequeño pueblo de Vizcaya. Alguna vez he pensado incluso en pasar por allí, ya que podría llegar en poco más de media hora, pero no creo que lo haga.
- Para los que ya le hayáis identificado: si buscáis su nombre completo en Google, entre los resultados aparece un artículo en el que se habla de la presentación del primer libro de uno de los dos autores que presenta como referencia. En dicho artículo, se refieren a él como “editor” y no como “agente”.
Pues nada, lo dicho, id con cuidado y con mil ojos, que hay muchos lobos con piel de cordero esperando agazapados.
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