Caso práctico: el registro de la propiedad intelectual

Hoy me ha dado por escribir un artículo un tanto práctico, ya que me consta que hay muchos autores que no saben que actualmente registrar una obra es más sencillo que nunca.

Antes, cuando querías registrar una obra, tenías que imprimirla, encuadernarla y llevarla a una delegación del Ministerio de Cultura, previo pago de una tasa en una entidad bancaria. Todo esto, como sucede siempre, en horario de mañana.

Hace tiempo que las comunidades de Madrid y Andalucía tienen webs en las que se puede hacer en trámite sin salir de casa. En el caso de Madrid, salvo que haya cambiado desde que yo lo miré hace años, el pago de tasas sí había que hacerlo en un banco, pero en resto del trámite de podía hacer online. En el caso de Andalucía, tienen un portal de registro llamado Ninf@, el cual permite hacer todo desde casa, incluso el pago de tasas. El manuscrito se sube en docx o PDF y arreglado.

Yo he usado el Ninf@ durante años. Lo que importa saber en este caso es que, hagas el registro en la comunidad que lo hagas, es válido para todo el territorio nacional. Pero bueno, ahora el sistema cambia un poco.

Los portales de registro de Madrid y Andalucía siguen funcionando, pero para todos los demás, el Ministerio de Cultura da la opción de hacerlo desde su sede electrónica en https://cultura.sede.gob.es/

Aún así, cuando empiezas te pregunta a qué comunidad lo quieres presentar. Según a cuál lo hagas, podrás hacer el pago online (mediante tarjeta de crédito o cargo en cuenta bancaria) al momento, o tendrás que hacer el pago en tu banco y luego adjuntar el justificante correspondiente. Una vez más, insisto, da igual dónde presentes en expediente, es válido para todo el país. De hecho, para poder pagar al momento, yo mis últimos registros los he presentado en Navarra y ya están en trámite. Por si os lo preguntáis, no vivo en Navarra.

El trámite es sencillo y se realiza en dos pasos. Primero, hay que rellenar los datos del autor o autores y la obra y pagar las tasas, tras lo que firmas la solicitud electrónicamente. En el segundo paso, cuando ya el primero está completado, se adjunta el manuscrito, en formato Word o en PDF. Si en ese momento no puedes hacerlo, o falla el sistema (de vez en cuando ocurre) tienes 3 meses para hacerlo. Si no lo haces, se dará el procedimiento por cancelado.

La primera vez puede ser un poco confuso, pero en cuando lo haces una, ya el resto de ocasiones es mucho más sencillo. La web tiene un manual bastante extenso y bien explicado. No me voy a extender en el proceso; leed el manual y lo entenderéis todo.

Espero que os sea de utilidad. En estos días de pandemia, se agradece que nos faciliten los trámites electrónicos. Por cierto, este trámite se puede hacer con DNI electrónico o con el sistema Cl@ve.

Nuevas publicaciones

Sí, publicaciones en plural.

Sé que llevo mucho tiempo sin mostrar novedades, pero podéis tener por seguro que la espera ha merecido la pena. Las novelas llegan por partida doble, cosa que nunca antes me había pasado.

Los que hayan seguido mi trayectoria, saben que mi última publicación con una editorial fue la novela de intriga paranormal «Venganza», con la editorial libros.com.

Desde ese momento, han pasado ya tres años. Hay que ver cómo pasa el tiempo, ¿verdad?. Durante ese tiempo, he estado más metido en Amazon que otra cosa, autopublicando por un lado una reedición de mi primera novela «Decisiones» y después, la antlogía de relatos «Recuerdos, y otras historias que no olvidarás».

No pensarás que solo he hecho eso en tres años, ¿cierto?

Cierto. He dedicado ese tiempo a buscar editorial a dos manuscritos. Uno de ellos ya ha aparecido varias veces en esta web. Se trata de la novela policíaca «Próxima estación: conspiración». El otro es también una obra policíaca, titulada «El noias». El año pasado, esta misma obra fue finalista en un premio de novela negra organizado por la editorial Ápeiron ediciones. Pero, como suele ser habitual, solo el ganador sería publicado.

He aquí las publicaciones.

Desde esta semana, «El noias» está ya a la venta, publicada por la editorial gallega Meiga Ediciones. Por el momento, está disponible en digital en los sitios habituales (Amazon, Lektu, Kobo, Google Play Libros, etc.) y en papel en la web de la editorial. En los próximos días, entrará en distribución en papel y se podrá pedir en cualquier librería de España. La portada, por si todavía no lo has deducido, ilustra esta novedad.

He aquí el lugar en el que te puedes hacer con una copia en papel, si no puedes esperar: http://meigaediciones.com/tienda/71-el-noias.html

Si quieres tu copia dedicada, echa un vistazo a mi perfil de Instagram. De paso, si te gusta, me sigues. En Instagram subí una publicación hace unos días, para que quien quiera una copia dedicada se pueda apuntar. En unos días, según la gente que se haya apuntado, lo organizaré todo con la editorial para que me envíen a mí esos libros y yo los pueda dedicar. Además, llevarán un pequeño regalo adicional.

Y ahora, supongo que te estarás preguntando qué ha sido de «Próxima estación: conspiración».

Esa novela verá la luz en septiembre. Será publicada por Click Ediciones, editorial digital perteneciente al Grupo Planeta. Sí, Planeta, has leído bien. Por la naturaleza de la editorial a la que el manuscrito ha enamorado, al principio saldrá únicamente en digital. Solo el tiempo y el éxito (o la falta de) determinarán si también se edita en papel. De momento, ya puedo decir orgulloso que soy autor de Planeta, cosa que espero poder seguir siendo. Ya tengo seleccionados un par de mis manuscritos inéditos con los que seguir enamorándoles.

Con todo esto de la pandemia («El noias» en principio iba a salir en abril) no sabemos muy dónde estamos o adónde vamos, por lo que las presentaciones, sobre todo de «El noias», que se empezará a distribuir en papel en breve, todavía están en el aire. Yo, como siempre, estaré para todo aquel que quiera hablar conmigo. Tengo pendiente una entrevista en un directo de Youtube, y la idea es también hacer una presentación en un directo de Instagram, en cuanto tenga ejemplares en mis manos.

No te pierdas mis redes sociales y esta página para conocer las novedades y fechas de presentaciones, eventos online y offline, etc.

Calendario de Ferias 2019

Como empiezo ya mañana, os recuerdo mi calendario de ferias para las fechas más próximas. Si cambia ya iré informando:

  • Miércoles 15 de mayo (sí, mañana): Feria del libro de Oviedo. 18:30. Me presenta la escritora asturiana Beatriz Alonso y estaremos hablando de mi novela «Venganza». Firmas incluidas.
  • Sábado 8 de junio: Feria del libro de Bilbao. Caseta de la AEE (Asociación de escritores de Euskadi). De 16:30 a 20:30. Firmaré ejemplares de mis dos últimas obras, «Decisiones» y «Recuerdos, y otras historias que no olvidarás».
  • Sábado 15 de junio (todo el día) y domingo 16 de junio (por la mañana). Feria del libro de Portugalete. Estaré en la caseta del grupo «Unidos por los libros: escritores, lectores, blogueros y correctores», firmando nuevamente mis dos últimas publicaciones.

Me identificaréis fácilmente, ya que, como si fuera un Santiago Segura de la literatura, iré con una camiseta ilustrada con la portada de alguna de las mencionadas obras.

Allí os espero.

Volvemos a las coediciones encubiertas

Hace unos años, mi blog, cuando estaba en Blogger, se convirtió durante un tiempo bastante largo en una referencia en España sobre lo que denominé, y otros me siguieron, «coedición encubierta». Hoy quiero retomarlo, después de que una conversación en un foro literario me lo haya recordado.

Siempre consideré coedición encubierta (y lo sigo haciendo) a toda forma de edición en la que, de forma más o menos sutil, la editorial hace pagar al autor, pero haciendo que no lo parezca.

El caso que nos ocupa, y que me ha traído todo esto al recuerdo, es el de las editoriales que incluyen cláusulas por las cuales en la primera (y generalmente única) presentación de la obra organizada por la editorial, el autor deberá vender un determinado número de libros. Pongamos 100 como número de referencia. En la mencionada cláusula, se suele indicar que, de esos 100 libros, todos los que no se vendan en la presentación los asumirá el autor. Por regla general suelen dar un tiempo de gracia tras la presentación, que puede ir desde una semana hasta un mes, para que el autor siga tratando de vender esos libros sobrantes.

Como estos conceptos muchas veces no se entienden hasta que vemos cómo podrían afectar a nuestros bolsillos, hagamos números, que no tienen desperdicio y son claros como el agua.

Supongamos los 100 libros antes mencionados, con un PVP de 15€. Generalmente, las editoriales suelen hacer descuento a los autores (suele ser un 30%) para que compren ejemplares de sus propios libros. Este descuento se suele aplicar también a los libros de la mencionada cláusula. Por tanto, en este caso trabajaremos sobre 10,5€ como precio por libro.

Pasemos a la cruda realidad. Esta cláusula, salvo que la editorial la ofrezca por sistema, cosa que (no hay que olvidar nunca) es negociable, se la plantearán a aquellos autores de los que están seguros, o casi, que van a ser capaces de vender esos 100 libros, pero ellos (la editorial) no quieren asumir riesgo alguno con esa primera tirara de 100 ejemplares.

Supongamos entonces un caso (bastante complejo, en realidad) en el que el mencionado autor logra vender 50 ejemplares. Creedme, un autor novel, o muy poco conocido, que venda 50 ejemplares entre la presentación y las primeras semanas puede considerarlo un éxito. Otra cosa es que las ventas luego se mantengan o aumenten, que ya es harina de otro costal.

Entonces, el autor tendrá que pagar los 50 libros restantes, por los que deberá pagar 525€, nada más y nada menos.

He ahí la coedición encubierta, puesto que no has tenido que pagar antes de la producción del libro, como en la coedición más habitual, pero has acabado pagando. De repente, te has convertido en cliente de la editorial, y no en un socio, lo que un autor debería ser con respecto a su editorial.

Bien, esos 525€ probablemente ya habrán terminado de cubrir de sobra esa primera tirada de 100 ejemplares. Puede que incluso por sí mismos. 5,25€ por ejemplar es muy barato, pero también habría que entrar a valorar las calidades de impresión de la obra. A menor calidad, menos le costará la imprenta a la editorial. Pero esto no acaba aquí. 525€ es lo que el autor pagará a la editorial por 50 libros. Los otros 50 libros vendidos, durante la presentación y el periodo de gracia, reportarán a la editorial 750€, con lo que ya tenemos un total de 1275€. Yo mismo he visto varios contratos de coedición normal, con presupuesto incluido, en los que la editorial pedía al autor entre 1000 y 1200€. Entonces, ¿se entiende ahora que llame «coedición encubierta» a esto de tener que vender X ejemplares tras la salida del libro? Vale que en este caso no te lo cobran todo a ti, pero pagar, pagas igualmente.

Hay que tener en cuenta otro detalle: salvo que alguien me enseñe un caso (y yo entre los que conozco no lo he visto) en el que no sea así, esos 100 ejemplares no suelen contar para la retribución por derechos de autor. El autor, por regla general, recibe un 10% de cada ejemplar vendido, pero de esos 50 primeros que se vendieron no verá absolutamente nada. Una vez más el autor es tratado como un simple cliente.

Mención aparte merecen las editoriales que no incluyen estás cláusulas en los contratos, pero luego te las comunican por email o de viva voz por teléfono. Eso ya me parece un engaño y un insulto al autor. Si una cláusula no aparece en un contrato y se comunica de viva voz, o por medios en los que luego al autor le sea muy complicado demostrar que existen, son por lo menos sospechosas. Un contrato tiene que ser un documento 100% transparente, y toda condición que se comente y no esté en él debe incluirse. Todo contrato es negociable, y si la editorial se niega a incluir esas cláusulas que comenta aparte, no puede ser una editorial muy fiable.

No hay que olvidar un importante detalle: tras embolsarse esos 1275€ que he calculado antes, y haber cubierto de sobra la tirada inicial de 100 ejemplares (que en muchos casos es también la única), al editor, en muchos casos, le da igual si tu obra es un best-seller o se muere de asco en cajas en tu casa, un almacén, o una librería. Su editorial ya ha tenido beneficios con tu obra, y todo lo que venga después, bienvenido sea. Mientras tanto, serás únicamente tú, autor, el que haya arriesgado su dinero. Mención aparte merecen las editoriales que, además de llevarse esos 1275€, luego venden los libros por el sistema de impresión bajo demanda, con lo que su nivel de implicación e inversión en ti es 0%. ¿Por qué? Porque seguirás siendo cliente de la editorial durante toda la vida de esa edición de tu obra. Cuando quieras hacer una presentación, tendrás que comprar tú libros a la editorial (aunque sea al 30%). Ellos estarán encantados de que hagas presentaciones, porque cada una hará sonar la caja registradora, aunque luego en esa nueva presentación no llegues a vender todos los libros. Y claro, alguna vez querrás hacer una presentación en una librería, ¿verdad? Pues nuevamente a comprar libros al 30%. Después, el librero, porque así va el negocio, te pedirá quedarse los libros en depósito, y de los que venda te pagará el 70%, con lo que el 30% que te habías ahorrado tú se esfuma, y de cada libro que vendas en esa presentación en librería, aunque sea el mejor establecimiento de tu ciudad y vayan cientos de personas, habrás ganado exactamente 0€. Estarás pillado para toda la vida de la obra, hagas lo que hagas.

Como ya he dicho muchas veces en el pasado, no estoy en contra ni de la autoedición (de hecho, acabo de autoeditar en Amazon una reedición de mi primera novela) ni de la coedición, siempre y cuando todos los términos queden claros y cada parte tenga diáfanos sus derechos y obligaciones. Si por medio de estas cláusulas de venta mínima, y otras estrategias, se busca que el autor no sea consciente de que va a acabar pagando sí o sí, entonces ahí tenemos un gran engaño, y lo que no considero de recibo. Autor y editorial no tienen que ser amigos ni invitarse a sus fiestas de cumpleaños o hacerse regalos, pero sí ser socios en el trabajo de producir y explotar lo más posible una obra literaria. Es perfectamente válido que la editorial pueda no creer el 100% en las posibilidades de una obra, pero es bastante ruin ocultárselo al autor. Aunque algunas editoriales no lo crean, los autores valoramos la sinceridad.

Yo mismo he recibido a lo largo de los años multitud de ofertas con presupuesto, tanto en el contrato, como después en forma de llamada telefónica, y valoro mucho más las primeras. En ambos casos, responderé educadamente al editor, recalcando que no estoy interesado en una coedición, y todos contentos. Pero es que en el segundo caso, me habrán hecho perder el tiempo, pensando que se iba a tratar de una edición tradicional. Como consejo, diré que no hay que firmar nada hasta que todas las condiciones estén meridianamente claras, y que, como ya apuntaba antes, todo contrato es negociable. El autor es libre de solicitar que se elimine esa cláusula de venta mínima, o cualquier otra que no le cuadre. Cierto es también que el editor es libre de negarse a quitarla, o incluso enfadarse y retirar su oferta, pero en ese caso será el autor el que deberá sopesar si la compensará trabajar con esa editorial.

A estas alturas, veo esto desde la perspectiva de alguien que ya cumplió su sueño de tener obras suyas en papel, e incluso en librerías, y hasta estar en una feria del libro y firmar a desconocidos. Entiendo, y comprendo, porque lo he vivido, que alguien que empieza tiene en ocasiones miedo a decir que no a una editorial, aunque las condiciones no terminen de cuadrarle, temiendo que tal vez no vuelva a acercársele otra, pero, desde esta posición mía en perspectiva, os digo que no hay que temer decir no a una editorial, o a una cláusula poco clara o poco ventajosa de un contrato. Si, como si fuera un niño pequeño, un editor «se enfada y no respira», pues que lo haga. Cuando un buen editor se interesa en publicar tu obra, no te está haciendo un favor. El favor es mutuo, porque él prevé que tendrá un beneficio vendiendo tu obra, y tú conseguirás un beneficio, cierto prestigio (en función del tamaño y prestigio de la editorial y de lo que se implique en promocionarte) y visibilidad. En la mayoría de casos, sobre todo en estos «encubiertos», si un editor te hace una oferta para editar tu obra, probablemente cree que te está haciendo un favor, pero el favor se lo haces solo tú, pagando un dinero que nunca amortizarás.

Un último consejo: cuando una editorial se ponga en contacto con vosotros, fijaos bien en el lenguaje utilizado. No es lo mismo que un editor se interese en tu obra y te remita un borrador de contrato, o un contrato en firme, que ver que se dirige a ti diciendo que te presenta una «oferta» para publicar tu libro. Esa oferta seguramente incluirá algún gasto por tu parte. O te cobrarán antes de que el libro esté a la venta (en forma de pagar portada, corrección, maquetación, u otro servicio editorial) o bien con ventas mínimas u otras cláusulas más o menos turbias.

Espero que este artículo os sea útil. A mí me ha servido para aclarar muchos puntos que estoy harto de repetir, y llevo más de diez años haciéndolo.

Una conclusión a modo de pregunta: si una editorial te pide dinero, ¿qué la diferencia de una imprenta o de autoeditarte? ¿Dónde está el hecho diferencia que te anime a aceptar?

De Messis y Rowlings

Hoy he visto en un foro literario la enésima vuelta de tuerca al caso Rowling/Galbraith y me ha despertado varias reflexiones.

Para quien no conozca el caso, haré un pequeño resumen.

Casi todos, incluso los que no han abierto un «Harry Potter» en su vida, sabemos quién es J. K. Rowling, esa mujer británica que, gracias a las aventuras de un niño mago, sus amigos y su escuela de magia, pasó de parada a best-seller mundial. Hasta aquí, nada que no haya pasado otras veces (aunque es menos habitual de lo que algunos piensan).

Sucedió que, pasado el «furor Potter», J. K. Rowling quiso cambiar de tercio, y decidió escribir una novela para adultos. En un principio, mantuvo su nombre tal cual y publicó «Una vacante inesperada» (The Casual Vacancy), que recibió críticas tanto positivas como negativas.

No sé si como consecuencia de críticas tan dispares, Rowling eligió un seudónimo, Robert Galbraith, para su siguiente novela adulta, «La llamada del cuco» (The Cuckoo’s Calling), una historia negra de corte clásico, con detective atormentado incluido.

Pues bien, esta nueva novela recibió críticas excelentes, pero apenas se vendría. En esta situación, una revista, a la que le extrañó descubrir que Robert Galbraith, un completo desconocido, tenía el mismo agente literario que J. K. Rowling, decidió hacer un poco de periodismo de investigación y descubrió el pastel del seudónimo. Tras la publicación de sus pesquisas, la verdad se hizo pública, y en un día «La llamada del cuco» se convirtió en otro best-seller de J. K. Rowling, aunque ella sigue firmando los libros de esa serie como Galbraith.

En el foro mencionado, esto ha iniciado un debate acerca de las posibilidades que un escritor desconocido o poco conocido tiene de llegar a una gran editorial y convertirse en la nueva sensación del año, eso si al menos consigue que su manuscrito sea leído. Todos hemos oído hablar de leyendas urbanas, conjeturas, y otras ideas, en muchos casos carentes de fundamento, que señalan que las grandes editoriales (y muchas de las medianas) no leen los manuscritos de desconocidos, o ninguno en general.

Eso es cierto, en algunas editoriales, y falso hasta la médula en muchísimas otras. No quiero entrar de nuevo en ese debate, porque soy consciente de que el entrar en el catálogo de una editorial de cierta envergadura es, en muchos casos, una cuestión de tener contactos. Pero, amigos míos, los contactos también hay que trabajarlos. Uno no nace con contactos (algunos, seguramente los que no se los trabajan, usarán el término despectivo «enchufes») pero sí los puede hacer. Tampoco entraré en consejos sobre cómo hacer contactos, ya que eso daría para otro artículo completo (o varios). Un resumen rápido: ve a presentaciones, lee de verdad a otros autores de tu entorno y trata de interaccionar con ellos, etc.

Lo que sí me ha traído a la mente todo este debate, es la analogía que ilustra el título de este artículo.

Todos conocemos a Lionel Messi, una superestrella del fútbol que fue fichado por el F.C. Barcelona a la tierna edad de 13 años. Vaya, dirán algunos, qué suerte. Entonces, mi hijo de 13 años también podría ir al Barcelona, dirán otros.

Pues bien, de los hijos de 13 años que dan patadas a un balón y sueñan (ellos o sus padres) con el F. C. Barcelona, u otro equipo de similar envergadura, solo un porcentaje infinitesimal lograrán estar ahí a tan joven edad. Pero eso no quiere decir que no puedan acabar algún día jugando en un buen equipo de primera división. Quizá no el Madrid o el Barcelona, pero un buen equipo de la parte alta o media de la clasificación. Y algunos otros, tras pasar por divisiones inferiores, y esos equipos de la parte media de la tabla, al final acabarán en el Barcelona, jugando con el Messi de turno.

Entonces, siguiendo esta analogía que para cualquier aficionado al fútbol es una verdad innegable, que se ve a diario, ¿por qué el mundo editorial tendría que ser diferente?

J. K. Rowling parece Messi si no buceas mucho en su historia. Y la historia nos dice que el niño mago fue rechazado por más de una veintena de editoriales antes de ver la luz. Ya no se parece tanto a Messi, ¿verdad?

Por otro lado, de vez en cuando surge alguien que, con su primera obra, llega a ser publicado por, poniendo un ejemplo de todos conocido, la editorial Planeta. O tenemos ese otro autor que envía un manuscrito a una editorial o agente literario y recibe respuesta (a veces hasta positiva) en muy poco tiempo, cuando el resto de los mortales debemos esperar mínimo seis meses para tenerla (si es que recibimos alguna).

Bien, esos autores privilegiados son mis Messis. Y de la misma manera que están ellos ahí, en su gran grupo editorial, hay, dentro del mismo, autores que antes de llegar a ese nivel pasaron por editoriales pequeñas, medianas o autoediciones. Todos ellos están en el mismo equipo, pero muchos de ellos (mayoría) tuvieron que pasar por categorías inferiores primero. Pretender llegar al equipo de primera división de un plumazo es, valga la redundancia, pretencioso y poco realista. Siempre digo que si tu escritura o tus ganas de escribir están condicionadas por tu capacidad para que te publiquen o al menos te hagan caso, entonces tal vez no estás buscando ser esritor, sino vendedor de libros. Si ese es tu caso, salvo que seas un gran personaje mediático, te aconsejo que te ahorres frustraciones y busques algo que de verdad quieras hacer por el mero hecho de hacerlo. Si partes de la realidad de que te va a costar llegar a la cima y que, como muchos otros, hay grandes posibilidades de que nunca lo hagas, vivirás y escribirás mejor. Si eres capaz de asumir eso, y asumir también que deberás pagar las facturas con un trabajo más rentable, y acabarás robando horas al sueño para escribir, si logras interiorizar eso y, pese a todo, sigues teniendo ilusión por escribir (y talento, por supuesto) habrá muchas más posibilidades de que llames la atención de la persona o personas adecuadas. Y eso sí podrá llevarte a la cima, o por lo menos a un nivel muy respetable.

Todos querríamos ser un Messi de las letras y vivir en exclusiva de esto, pero, al menos a mí, la escritura me da más cosas que la simple venta.

P.D.: Espero, en no mucho tiempo, poder dar nuevas noticias sobre mi futuro literario cercano, pero, al menos de momento, deberemos ser todos pacientes.

Segunda edición de Decisiones

Mis antiguas historias siguen muy vivas, ahora más que nunca. Desde hace unos pocos días, se encuentra disponible en Amazon la segunda edición de la primera novela que me publicaron, Decisiones.

A lo largo de los años, debido sobre todo a que mis novelas han venido siendo publicadas por editoriales más pequeñas y menos conocidas, más de una vez hay quien he pensado que era un escritor autoeditado. Pues bien, ahora lo voy a ssr un poco.

Quienes hayan estado al tanto de mi trayectoria, sabrán que a comienzos de 2018 anuncié que mi primera novela, Decisiones, publicada en octubre de 2012, ya no estaba disponible. En esos momentos, inicié un periodo de reflexión, de cara a pensar qué hacer con esa historia, sobre la cual pensaba (y pienso) que tiene aún mucha vida, y acabé decidiendo probar a autoeditarla en Amazon. Durante todo este tiempo, ha pasado por una nueva corrección y el diseño de una nueva portada. Retrasos inesperados llevaron a no poder tener una edición en papel lista para la feria de libro, y la digital no estuvo lista hasta la tarde/noche del jueves pasado. En breve, estará lista una edición en papel, que yo mismo maqueté recientemente, y cuya cubierta diseñé basándome en la portada de la versión digital. Por cierto, portada obra de la magnífica escritora y diseñadora de Bilbao Maialen Alonso. Si no habéis leído nada suyo, ya podéis ir corriendo a Amazon.

Aquí os voy a dejar el enlace de compra de la novela, de momento disponible, como digo, en digital, y la nueva portada, que es sencillamente espectacular.

Enlace de compra: http://leer.la/B07DL8HSZ5

 

Nueva vida a viejas novelas

Mientras esperamos (yo incluido) nuevas noticias en torno a las negociaciones para la salida al mercado de mi nueva novela «Próxima estación: conspiración», desde hoy empieza a hacer acto de presencia en la web la nueva versión digital de mi novela policíaca «¿Quién dijo miedo?».

Por el momento está ya disponible en Kobo y 24Symbols, y a lo largo de la semana que viene, irá haciendo acto de presencia en otras como Amazon, iBookStore, etc. Iré informado y a la vez ampliaré la lista de tiendas en la página correspondiente, dentro de la sección de libros.

Por ahora, os dejo con los enlaces a las dos primeras tiendas, para quien quiera empezar ya a leer en digital, a un precio de lo más competitivo:

Kobo: https://www.kobo.com/es/es/ebook/quien-dijo-miedo-2

24Symboils: https://www.24symbols.com/book/espanol/jorge-urreta/quien-dijo-miedo?id=2568405

Para que vayáis viendo algo más de esta novela, os dejo también con una reseña publicada ayer mismo, en la web Munduky:

http://www.munduky.com/resena-literaria-quien-dijo-miedo-jorge-urreta/

Cuando un amigo se va

Dicen que algo se muere en el alma, pero no lo tengo tan claro, al menos en el caso que nos ocupa hoy.

Escribo esta breve entrada para anunciar que, desde hoy, mi primera novela, Decisiones, que fue publicada en 2012 por la salmantina editorial Amarante, pasa a estar descatalogada.

Esto quiere decir, por ejemplo, que si tienes un ejemplar, tal vez sea una buena idea guardarlo. Quién sabe, tal vez en el momento en que me convierta en un escritor super ventas de esos, o después de mi muerte, se convierta en una pieza de coleccionista por la que se paguen miles y miles de euros.

No creo que nada haya muerto, puesto que siempre tendrá un lugar en mi corazón, como aquella obra que me permitió meter un pie en este difícil mundo literario, y me abrió alguna que otra puerta.

Y, por otra parte, porque espero darle una nueva vida en el futuro. Las viejas novelas merecen nuevas oportunidades y, parafraseando a los estadistas del pasado, diré: «¡Decisiones a muerto! ¡Larga vida a Decisiones!» Con esto quiero decir que no debéis considerar descabellado que esta novela vea la luz de nuevo en el futuro con el subtítulo de «Segunda edición». De hecho, yo ya he empezado a releerla y mejorarla. Hacía mucho tiempo que no leía esa novela, y es un ejercicio bastante revelador.

Quién sabe lo que nos deparará el futuro.

Resumen del año

Hoy, víspera de la última jornada de este 2017, quiero hacer un pequeño resumen de este año que nos dejará en poco más de 24 horas.

2017 llegó con mi última novela, «Venganza», recién publicada en versión digital en Amazon, donde dio sus primeros y titubeantes pasos. Esos primeros pasos son como los de un niño pequeño, y te ilusionan de la misma manera (supongo, porque yo todavía no tengo niños de carne y hueso).

Mientras se registraban las primeras ventas, y la novela recibía las primeras críticas (por el momento positivas) llegó el día del libro, este año bastante más especial para mí.

Aunque soy de Bilbao (como muchos otros grandes hombres) actualmente resido en Asturias, y aquel 23 de abril de 2017 representaba, entre otras cosas, mí primera visita a mí tierra natal después de la mudanza, a comienzos de ese mismo mes.

Pues bien, además de un momento emotivo por el regreso a la patria, supuso también la confirmación de que tenía una buena novela entre manos, porque poco antes de la hora de comer, y varias horas antes de lo que yo había previsto, tuve que recoger, puesto que no quedaba ejemplar alguno que firmar. Tanto la librería que me auspiciaba en aquel día, mi querida librería Etxean, como yo, nos quedamos con ganas de que hubiera más. Por supuesto, el balance no pudo ser más positivo.

Después de aquel éxito, comencé a planificar la feria del libro de Bilbao, soñando con repetirlo. Mientras tanto, iba ya dando forma a un acontecimiento que se desarrollaría tras el verano, y sobre el que he hablado mucho en tiempos recientes: #ConspiraciónUrreta.

En mayo hice una pequeña parada en Madrid, dentro del festival literario independiente Literaria. Fue un aperitivo de lo que sería el mes siguiente la feria del libro, y me sirvió para conocer nuevos lectores, que se llevaron, a partes iguales, ejemplares de mis dos últimas novelas, «¿Quién dijo miedo?» y «Venganza». Dos días al pie del cañón, y una experiencia interesante y motivadora, como siempre.

Llegó junio, y con este la temporada de ferias del libro. No pude estar en Madrid (supongo que por no ser especialmente conocido por aquellos lares) pero sí en Bilbao, donde mi segunda temporada de firmas con librería Etxean ese año fue un rotundo éxito, como había soñado.

El primer fin de semana agotamos otra vez ejemplares, y el domingo ni siquiera fui a firmar, y el segundo fin de semana volví a conocer un buen número de lectores nuevos. En total, fueron casi 50 libros firmados. Una nimiedad si lo comparamos con autores más consagrados, pero todo un récord para alguien con mis medios. Eso me permitió ser uno de los autores más vendidos de librería Etxean en 2017, otra novedad para mí. Este año me confirma que no hay nada como el contacto directo con el lector y esa complicidad que surge cuando aparece la chispa.

Tras el verano, llegó la conspiración. Durante el mes de septiembre di los últimos toques, junto con la blogger y asesora literaria La Reina Lectora (visitad su blog si no lo habéis hecho ya), a la campaña de prelanzamiento de mi nuevo proyecto, bajo la etiqueta #ConspiraciónUrreta.

Por si todavía no lo sabes, se trata de mi nueva novela, terminada y esperando llegar a esa editorial que se enamore de ella. Se titula «Próxima estación: conspiración» y es una trepidante novela policiaca. Cuenta con prólogo de un buen amigo y mejor escritor de novela policiaca, José Javier Abasolo. Podéis ver en esta misma web, dentro de la sección de relatos, los dos primeros capítulos, y buscando por #ConspiraciónUrreta en Twitter y Facebook, todo lo que hay que saber.

Actualmente, la novela está inmersa, cómo indicaba antes, en ese largo, y muchas veces duro, proceso de encontrar editorial, y espero que a lo largo de 2018 se convierta en mi quinta novela publicada.

Para 2018 tengo varias ideas en mente que todavía estoy desarrollando, pero no haré spoilers. Solo espero que sea como 2017 o incluso mejor.

Con esto, me despido por este año, esperando que esté resumen no haya resultado muy aburrido. Feliz año nuevo a todos. Nos vemos al otro lado, y gracias por estar ahí.