Di más bien, qué será.
Será, porque entramos en esa fase, dura a veces, pero no menos ilusionante, en la que las agencias literarias y editoriales que ya la conocen decidirán si les parece merecedora de convertirse en una realidad palpable y estar en las mejores librerías.
Dura por la espera, ya sabemos que estas cosas se alargan de media seis meses, y porque no parece justo para ese grupo de personas, a quienes llamo con cariño mis conspiranoicos y conspiranoicas, que han trabajado duro estos dos últimos meses para dar a conocer la novela (al menos los dos primeros capítulos a los que tuvieron acceso) y cantar sus alabanzas.
Pero siempre ilusionante, a la espera ese «sí» que lo cambie todo y convierta un simple manuscrito en esa novedad policiaca de la que todos hablen. Ilusionante también por el interés despertado, y por el trabajo realizado ya, con esfuerzo y muchas ganas. Todos los conspiranoicos y conspiranoicas tienen un hueco en mi corazón y otro en los agradecimientos de la novela, además de un regalo que les llegará en breve.
A partir de ahora, solo queda esperar, y mantener la ilusión y la esperanza.
En la próxima entrada, os haré un amplio resumen de todo lo que se publicó en las redes sobre #ConspiraciónUrreta, y en fechas venideras, os mantendré informados de los progresos, como solía hacer en mi antiguo blog.
Gracias por el apoyo y por estar ahí.